A través de los relatos eróticos, la música y la danza originarios de África, disfrutamos viendo cómo se han ido propagando por los cinco continentes, mezclándose con otras culturas y creando formas comunes de seducción, juegos para el goce de los cuerpos y, al fin y al cabo, nuevas maneras de expresar la felicidad de vivir. Una compañía que reúne artistas de Guinea, Burkina Faso, Angola, Cuba y España, da vida a un espectáculo hermoso sobre lo que nos atrae y seduce a partir de una obra que, en palabras de Luis Alberto de Cuenca, “produce a quién se acerca benéficos espasmos de placer”.